
Si nota que su hijo se mueve un poco rígido, se enferma con más frecuencia de lo habitual o tiene una barriga más redonda de lo esperado, podría pensar que es solo parte del crecimiento. Sin embargo, a veces, estos pequeños cambios podrían ser una señal temprana de una rara enfermedad genética llamada mucopolisacaridosis o MPS. La mucopolisacaridosis tipo I (MPS I) y la mucopolisacaridosis tipo II (MPS II) son dos de las formas más reconocidas.
Ambas formas de MPS causan la acumulación de azúcares complejos debido a una deficiencia enzimática, pero cada una difiere en su causa. La acumulación de azúcar afecta diferentes partes del cuerpo, desde las articulaciones y los rasgos faciales hasta el corazón y el cerebro.
Continúe leyendo para obtener más información sobre qué es la mucopolisacaridosis (MPS). es decir, sus subtipos (MPS I y MPS II), en qué se diferencian ambos tipos y las similitudes que comparten.
Mucopolisacaridosis (MPS): descripción general
Las mucopolisacaridosis (MPS) son un grupo de trastornos metabólicos hereditarios poco frecuentes causados por defectos genéticos. Estos trastornos se producen cuando el cuerpo no descompone (digiera) adecuadamente las moléculas complejas de azúcar, también conocidas como mucopolisacáridos o glicosaminoglicanos (GAG).
Normalmente, los GAG contribuyen a la formación de huesos, tendones, cartílagos, córneas, piel y tejido conectivo. También se encuentran en el líquido que lubrica las articulaciones. Estas complejas moléculas de azúcar se reciclan y descomponen dentro de las células mediante un proceso de 11 pasos; cada paso cuenta con una enzima especializada que ayuda a descomponer estas complejas moléculas de azúcar.
Sin embargo, en la MPS, una de las enzimas falta o funciona mal, lo que impide la descomposición de los GAG. Con el tiempo, los GAG comienzan a acumularse en la sangre, el cerebro, la médula espinal y el tejido conectivo.
La acumulación de GAG dentro de las células provoca daño celular permanente y progresivo que afecta la apariencia de la persona, sus capacidades físicas, el funcionamiento de órganos y sistemas y, en la mayoría de los casos, el desarrollo cognitivo.
Además, como Enfermedad de Pompe, El MPS también se clasifica dentro de un grupo más amplio de trastornos llamados enfermedades de almacenamiento lisosomal (LSD), en el cual lisosomas (pequeños centros digestivos y de reciclaje dentro de las células) carecen de enzimas específicas que son necesarias para la descomposición de moléculas complejas como los azúcares (glucógeno o glicosaminoglicanos), grasas y proteínas en componentes utilizables más pequeños.
Tipos de mucopolisacaridosis (MPS)
La MPS tiene siete tipos diferentes, y cada uno está relacionado con el tipo de enzima faltante. Nos centraremos únicamente en la MPS I y la MPS II.
- Mucopolisacaridosis tipo I (MPS I)
La mucopolisacaridosis tipo I, o MPS I, es un trastorno multisistémico, lo que significa que esta forma afecta a muchas partes del cuerpo. La MPS I está causada por una deficiencia de alfa-L-iduronidasa. (IDUA) enzima que descompone la sulfato de dermatán y sulfato de heparán (tipos de GAG) dentro de los lisosomas.
Sin la enzima IDUA, el sulfato de dermatán y el sulfato de heparán se acumulan dentro de las células, lo que produce los síntomas de MPS I.
Según la gravedad de los síntomas, la MPS I se clasifica en tres subtipos:
- Síndrome de Hurler (MPS IH): Esta es la forma más grave que suele presentarse en la infancia.
- Síndrome de Hurler-Scheie (MPS IH/S): Es una forma moderada, cuyos síntomas se hacen evidentes entre los 3 y 6 años de edad.
- Síndrome de Scheie (MPS IS): Es la forma más leve y los síntomas aparecen alrededor de los 5 años de edad.
- Mucopolisacaridosis tipo II (MPS II)
La mucopolisacaridosis tipo II (MPS II), también conocida como síndrome de Hunter, se debe a la deficiencia de la enzima iduronato-2-sulfatasa (I₂S). Esta enzima no solo contribuye a la descomposición de los GAG (es decir, dermatán sulfato y heparán sulfato), sino que también elimina el grupo sulfato del azúcar, ácido idurónico, antes de que se produzcan otras etapas de descomposición.
Sin embargo, una falta de iduronato-2-sulfatasa La enzima provoca la misma acumulación de sulfato de dermatán y sulfato de heparán dentro de las células, lo que genera síntomas similares a los de la MPS I.
El síndrome de Hunter (MPS II) puede ser leve o grave y los primeros síntomas aparecen entre los 2 y los 4 años de edad.
Síntomas y signos tempranos
Los primeros signos y síntomas de MPS I y II pueden solaparse, pero los síntomas exactos pueden variar según el tipo y la gravedad. Algunos de los principales síntomas clínicos de MPS I y II incluyen:
- Córneas nubladas (pero no en MPS II)
- Disfunción esquelética, como rigidez articular.
- Rasgos faciales toscos, como una nariz más ancha, labios gruesos y una lengua agrandada, con el tiempo
- Cabello grueso
- Discapacidad intelectual (que puede ser grave en la MPS II)
- Problemas cardíacos
- Pérdida auditiva (que empeora con el tiempo en el caso de MPS II)
- Discapacidad visual
- Hernia inguinal y umbilical
- Apnea del sueño
- Hepatoesplenomegalia (agrandamiento del hígado y del bazo, lo que le da al vientre una apariencia redondeada)
- Acumulación de líquido en el cerebro
- síndrome del túnel carpiano
- Enfermedades cardíacas y respiratorias
En las formas graves, los pacientes también pueden experimentar:
- Retraso del desarrollo (leve en el caso de MPS II)
- Problemas de conducta (por ejemplo, hiperactividad, agresión o ansiedad)

Causas y patrón de herencia en MPS I y MPS II
MPS I y II difieren en términos de causa y patrón de herencia.
- Causa
Una mutación (cambio) en un gen específico que produce una enzima es la causa de la MPS. Sin embargo, los dos tipos de MPS difieren en el gen afectado. La MPS I se caracteriza por una mutación en el gen IDUA, que produce la enzima alfa-L-iduronidasa (IDUA). En cambio, en la MPS II, se produce una mutación en el gen IDS, que produce la enzima iduronato 2-sulfatasa (I₂S).
- Patrón de herencia
El patrón de herencia es otra diferencia significativa entre MPS I y MPS II.
La MPS I se hereda con un patrón autosómico recesivo, lo que significa que ambos padres deben transmitir el gen IDUA defectuoso o mutado para que el niño se vea afectado.
Por otro lado, la MPS II se hereda con un patrón ligado al cromosoma X, lo que significa que el gen IDS mutado está presente en el cromosoma X. Este patrón afecta principalmente a los varones porque sólo tienen un cromosoma X, aunque las mujeres pueden ser portadoras y pueden mostrar síntomas leves en casos raros.
Prevalencia: Poblaciones afectadas
La forma grave de MPS I (síndrome de Hurler) afecta a alrededor de 1 de cada 100.000 recién nacidos, mientras que la forma menos grave es rara y afecta aproximadamente 1 de cada 500.000 recién nacidos.
La MPS II o síndrome de Hunter es poco común y solo afecta a alrededor de 1 de cada 100.000 a 170.000 niños varones.
Diagnóstico y pruebas para MPS I y MPS II
Los profesionales de la salud realizan procesos o pruebas diagnósticas para confirmar el diagnóstico de MPS I y II. Esto incluye:
- Examen clínico: El proveedor de atención médica busca signos como agrandamiento del hígado o el bazo, rigidez en las articulaciones o rasgos faciales característicos.
- Prueba de orina: Para comprobar el nivel inusualmente alto de GAG (es decir, heparina y sulfatos de dermatán) en la orina.
- Ensayo enzimático:Un análisis de sangre o de piel ayuda a comprobar el nivel de actividad enzimática (IDUA o I2S).
- Pruebas genéticas:El análisis genético molecular ayuda a identificar los cambios (mutaciones) en un gen para confirmar un diagnóstico.
En algunos países, incluido Estados Unidos, se ha aprobado recientemente la detección de MPS I en recién nacidos. Esto permitirá diagnosticar a los bebés antes de que aparezcan los síntomas.
Terapias estándar para MPS I y MPS II
Actualmente, no existe cura para la MPS I o II. Sin embargo, la terapia de reemplazo enzimático y el trasplante de células madre hematopoyéticas se utilizan como terapias estándar para ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida.
- Terapia de reemplazo enzimático (TRE)
En la TRE, se administra una forma genéticamente modificada (recombinante) de la enzima deficiente en la vena del niño (por vía intravenosa) una vez a la semana.
En pacientes con MPS I, la laronidasa (Aldurazyme), a Este medicamento, aprobado por la FDA en 2003, se utiliza para reemplazar la enzima α-L-iduronidasa faltante. Para la MPS II, la idursulfasa (Elaprase), a El medicamento, aprobado por la FDA en 2006, se utiliza para reemplazar la enzima iduronato-2-sulfatasa faltante.
- Trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH)
El TPH solo se utiliza para la MPS I, ya que es más eficaz en el tratamiento de la MPS I (síndrome de Hurler) si se inicia en etapas tempranas de la vida. En esta terapia, la médula ósea del paciente se reemplaza con médula ósea sana de un donante, que puede producir la enzima faltante.
El TPH puede ayudar a preservar la función cognitiva si se realiza antes de que se desarrollen síntomas importantes.
Su proveedor de atención médica también puede sugerir otros tratamientos de apoyo, como cirugía, otros medicamentos y fisioterapia, para controlar los síntomas o desafíos y mejorar la calidad de vida en pacientes con MPS I y II.
Esperanza de vida
Los tratamientos actuales (p. ej., TRE y TPH) pueden mejorar la tasa de supervivencia si se inician antes de que se produzcan daños irreversibles. Los pacientes con MPS I y la forma grave (síndrome de Hurler) tienen una esperanza de vida inferior a 10 años sin tratamiento. Sin embargo, con un tratamiento oportuno, las personas con casos leves pueden vivir hasta la edad adulta o alcanzar una edad avanzada.
En la MPS II, el rápido deterioro físico y neurológico puede acortar la esperanza de vida a aproximadamente 10–20 años Sin tratamiento. Las personas con casos leves suelen vivir más tiempo hasta la edad adulta.
Objetivos futuros de investigación
Terapia genética (edición genética) ensayos Se están realizando ensayos de terapias antiinflamatorias que pueden ofrecer esperanza para los pacientes con MPS I y MPS II.
REFERENCIAS:
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